3.9.10

Cuando cosas especiales se vuelven realidad.-


Hoy se cumplen cuatro años desde aquel día en que él te entregaba con lágrimas inconsolables en mis manos. Hace cuatro años que comencé a quererte sin límites.
Me diste tanto. Me acompañaste en mis tristezas y alegrías. Dejaste que juegue con vos, que te mime, que te amase jajaja, dejaste que me gane tu cariño, tu respeto, tu vida. Hoy no sos mía, pero sé que ella te cuidará muy bien. Hoy ya no estás en mi hogar, nunca te reemplacé.
Vos sos la única gorda, la única Vaca, la única Súper Vaca.
Te quiero tanto. Muy feliz aniversario de nueva casa, Vaquita.



Hace dos años, alrededor de las 7 am, recibí un llamado muy extraño de una amiga, confirmándome el nacimiento de una persona muy importante para mí, sin embargo no conocí.
Esa personita llamada Diego, fue un sobrino y a la vez no. Siempre estuve en contra de esas no-relaciones entre personas que se llaman "tías, tíos", etc y no lo son. No obstante, cuando nació Dieguito entendí el por qué la gente hace ese tipo de relaciones filiales.
Dieguito fue mi sobrinito amigo. Él que solito se escondía, pero que daba señales de vida. Él que decidió aparecer un 3 de septiembre a la madrugada.
Él me dio felicidad hasta el día de hoy. Es una estrella, una luz, es libre como un pájaro.
No está en la Tierra, pero sí en un lugar mucho más importante. Está volando sobre nosotros. Está volando alrededor de su mamá y de todos aquellos quienes le dimos un poco de cariño.
Siempre estuve con vos, chiquito, aunque no me hayas conocido. Nunca te voy a olvidar. Mi sobrinito pseudo hippie.
Te quiero, Dieguito. Cuidá a tu mamita.

"Duerme, duerme negrito,
que tu mama está en el campo, negrito..."

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